Brindamos atención y acompañamiento a María Pastora Rojas

octubre 31, 2023

Maria Pastora tiene 71 años, es madre de cinco hijos y es abuela. En Venezuela vivía en una casa propia en Panamericano, municipio del estado de Táchira, junto a su esposo y tres de sus hijos. Pasaba sus días caminando y cuidando a todos sus animales, tenía una vida tranquila y era muy independiente, pero su salud se empezó a deteriorar y fue necesario migrar a Colombia para encontrar atención médica. 

Entró a Colombia por Cúcuta, cruzando el Puente Internacional Francisco de Paula Santander. Llegó a vivir a Ciénaga, Magdalena, en una casa pequeña junto a la familia de su hija y la familia de su yerno 

El barrio en donde viven no tiene servicio de acueducto ni alcantarillado, solo en algunas calles hay servicio de luz y tampoco hay redes de internet. Las calles son angostas y desatapadas por lo que Maria Pastora no puede salir a caminar. Lo que ella más extraña de Venezuela, es a sus mascotas pues allí, “pasaba mis días cuidando y alimentando a mis cerditos, pollitos y perritas” afirmó.

En Venezuela recibía atención médica para controlar su diabetes y una ulcera varicosa en el pie, “me la pasaba más en el hospital que en la casa” contó, sin embargo, no encontraba medicamentos ni citas con especialistas, por eso su familia tomó la decisión de que migrar a Colombia, para eso, vendieron la nevera de la casa y compraron los tiquetes hasta la frontera con Cúcuta. Gracias al trabajo de la voluntaria de Medical Teams y la articulación de las lideresas del barrio, la organización identificó el caso y empezó a recibir servicios de salud.

Desde Medical Teams International y gracias al proyecto HEALTH CARE, recibió una consulta médica y exámenes para determinar su estado de salud, luego en la consulta médica de seguimiento se le entregó un medicamento y el médico le recomendó atención con especialistas y más exámenes. También se hizo articulación para que recibiera atención integral con otras organizaciones, lo que le permitió recibir una cita en dermatología y medicina vascular y en palabras de Maria: “ahora resulta que salí mal del cucharón” (el corazón) contó bromeando.

“Gracias a Dios me han atendido bien” nos dijo. Durante los últimos meses, al tiempo que ha recibido los controles médicos, la organización a través de su voluntaria le ha brindado educación en salud, con ello ha aprendido sobre higiene, alimentación y cuidados para sí misma, además recibió un kit de higiene familiar.

La compañía de su voluntaria, Marilis, le genera alegría y distracción. Según la voluntaria “Yo las visito a ellas cada rato, estoy muy pendiente de cómo están y les insisto que aprovechen las brigadas de salud. Luego de nuestra visita, Maria Pastora se trasladó para la ciudad de Medellín, con el fin de vivir con otra de sus hijas y con la ilusión de poder salir a caminar más y de tener alguna mascota que la acompañe. Continuará recibiendo servicios de salud con otras organizaciones.